“Un viaje de mil millas comienza con un primer paso» Lao-Tse.

Los beneficios que la meditación aporta están cada vez más extendidos y somos ya muchas las personas que queremos incorporar la en nuestra rutina diaria.

Una de las preguntas que con mayor frecuencia me hacen en los cursos es: Raquel, ¿cómo empiezo a meditar? . Si eres una de estas personas y quieres iniciarte en la meditación, este artículo te va a interesar y te ayudará a:

  • Incorporar la meditación en tu día a día.
  • Construir paso a paso una rutina de meditación.
  • Constatar que la meditación no es algo de gente aburrida, “rara” o solitaria.
  • Descubrir que la meditación es una actividad sencilla, que puedes hacer en todas partes. Sólo dos cosas son imprescindibles: GANAS y TU MISMA/O.

¡Empezamos!

Te presento, los 11 consejos que te ayudarán a iniciarte en la meditación:

1. Prepara el lugar.

Es de gran ayuda, que elijas un espacio en el que sentarte a meditar. Ponlo a tu gusto, coloca algún objeto que te inspire y te haga sentir bien. Puedes ir variando: fotos, vela, flores, etc. o nada, si no lo sientes. Si te es posible, deja allí tu cojín, banquito de meditación o silla.

Ve familiarizándote con tu “lugar especial”. Un día o dos antes, siéntate de vez en cuando, toma algunas respiraciones y ve llenándolo de tu energía. 

2. Reserva un espacio en tu agenda.

Si pensabas que la planificación no es de gente que medita, siento la mala noticia. Especialmente, cuando empezamos es importante hacerlo. Recuerda que estamos creando un hábito nuevo y la mente buscará mil excusas para no encontrar el momento idóneo.

Por lo tanto, si no quieres olvidar la cita, abre tu agenda y apunta: día, hora y tiempo. También, te servirá de registro y te motivará a medida que vayas marcando los días conseguidos.

3. Silencio, por favor.

No hace falta que te metas en una cueva o insonorices tu casa, pero sí que por unos momentos, apagues el teléfono o cualquier dispositivo que te pueda distraer.

Si vives con más gente, avisa que no te molesten. Quién sabe, el día menos pensado querrán probar y acompañarte.

4. La postura es importante, pero sin sufrir.

Estar lo más cómodos posibles (¡que no dormidos!), es de vital importancia. Si no tienes la costumbre de sentarte en un cojín de meditación, no te tortures y siéntate en una silla. Ni es peor, ni en ningún lado está escrito que no podamos meditar sentados. Eso sí, asegúrate de tener la espalda recta y los pies bien plantados en el suelo o el apoyo que necesites.

5. Recuerda tu motivación

Cuando estés sentada y cierres o entornes tus ojos, recuerda lo que te motiva a sentarte día tras día a meditar, la razón por la que quieres cultivar la atención consciente. Tu motivación, puede ser algo tan sencillo, como: “quiero cuidarme” o “quiero calmar mi mente”, etc.

6. El cuerpo y la respiración son tus aliados

Empieza a explorar con lo básico y más cercano a ti: el cuerpo y la respiración.

Ambos, te ayudarán a llegar a lo que, en ese preciso instante, esté presente. Serán las “anclas” para entrenar una y otra vez, la atención consciente al momento presente (mindfulness). Abrirán el camino de la meditación y poco a poco, tu cuerpo y mente se irán apaciguando.

Observa las sensaciones, su aparición y desaparición. No intentes cambiar nada, ni esperes que suceda algo especial. Con un poco de paciencia, verás como comienza a desarrollar una relación distinta y más cercana con tu cuerpo y respiración.

Cuando tu mente se ausente, tráela de vuelta a tu respiración. Se amable contigo mismo. La mente se distrae continuamente, esa es su naturaleza. Después de unos minutos, abre o mueve lentamente los ojos y acoge lo que estés viendo, oyendo, oliendo y sintiendo.

En el curso Iníciate en Mindfulness, practicamos esta y otras meditaciones. A lo largo de cinco sesiones de dos horas semanales, constuiremos paso a paso un hábito de meditación apto para todos los públicos. Además, los participantes podrán practicar en casa todo lo aprendido, gracias a la ayuda de audios y lecturas. Si este curso te interesa, puedes inscribirte aquí.

7. Menos es más.

Más vale meditar unos minutos a diario, que treinta una vez a la semana. No por ser más larga la meditación, va a ser mejor, ni más profunda.

Recuerda que lo importante cuando iniciamos un nuevo hábito es la constancia. Sólo así, iras sintiendo los beneficios e irás profundizando. Puedes empezar por unos minutos, todos los días. Ya verás, como de manera natural, irás aumentando el tiempo.

El momento del día es secundario, encuentra el que más te convenga e intenta que sea el mismo todos los días.

8. Ten una libreta a mano

No tienes que escribir ni mucho, ni poco, ni necesariamente todos los días. Pero, a menudo hay algo que te llama la atención y quieres apuntar o dibujar: una sensación, idea o reflexión que en ese momento no puedes atender, pero no quieres olvidar.  

9. Cualquier sitio es bueno para meditar.

A veces, permanecer sentados en quietud, aunque sean unos minutos, se nos hace un mundo. Si este es tu caso, no te desanimes, ni descartes la meditación.

Puedes caminar de manera consciente y en silencio cinco minutos diarios. Tal vez te ayude empezar a caminar con lentitud, dando un paso a cada inspiración y otro a cada exhalación. Párate cuando lo sientas, mantente en ese lugar inhalando y exhalando con atención. Sentirás como poco a poco, tus pensamientos se van calmando.

En cualquier momento del día, puedes practicar el detenerte y respirar conscientemente. Te animo a que lo pruebes antes de una reunión o que aproveches la pausa del café.

10. Agradece

Al final de tu práctica dedica unos segundos y agradece tu constancia, a la respiración o cualquier cosa que desees. Está demostrado que dar las gracias aporta muchos beneficios a nuestra salud, nos ayuda a conectar con lo que nos rodea y nos ayuda a ser más felices.

11. Rodéate de una comunidad

Seas o no principiante, juntarte con otras personas para practicar, además de ser un gran apoyo es muy gratificante.

La Comunidad de Mindfulness Activo, crece poco a poco. Nada me gustaría más, que tú también formes partes y nos acompañes. Te dejo aquí algunas ideas:

  • Apúntate a las sesiones semanales de mindfulness.
  • Suscríbete a la Newsletter para recibir todas las novedades y recursos que comparto.
  • Las inscripciones del curso Iníciate en Mindfulness, están abiertas. Inscríbete aquí.

Y para finalizar, te diría que empezar siempre cuesta un poco, pero meditar unos minutos al día está al alcance de cualquier persona y es más fácil de lo que parece. Trata de apartar todo lo que sabes, has leído o te han contado y, lo principal: se paciente, curiosea y se, muy, pero que muy amable contigo. Porque se trata de avanzar y aprender de uno y una misma.

Y ahora dime, ¿ por cuál o cuáles de estos consejos vas a empezar ?

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